miércoles, 5 de agosto de 2020

Tasajera: La otra cara de la moneda 

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Esta semana Tasajera apareció en el mapa de Colombia y del mundo. Tuvo que darse una espantosa y dolorosa tragedia que nos enluta y nos llena de dolor para quienes viven o trabajamos allí. Otro hecho luctuoso adorna ese ya no realismo sino sadismo mágico en lo que se convirtió la Colombia anegada de nuestro Nobel fallecido. 

Tasajera es un corregimiento del municipio de Puebloviejo, Magdalena, ubicado en ese cinturón delgado de tierra entre la majestuosa y agonizante Ciénaga Grande de Santa Marta y el Océano Atlántico, aquel lugar a donde quiso llegar José Arcadio Buendía buscando el mar Caribe en Cien años de soledad. Un lugar que huele a una mezcla entre estuario, mar, alquitrán, salitre y sudor, un lugar en medio de dos grandes masas de agua pero que se muere de sed. Un lugar, otrora centro principal de la pesca en esta parte del Caribe, a 42 kms de Santa Marta, 10 de Ciénaga y 62 de Barranquilla. 

Las imágenes que rotaron por todo el mundo mostraron un gentío irresponsable sustrayendo de manera ilegal el combustible de un vehículo accidentado y siendo víctima de una muerte y heridas horrendas. Las primeras reacciones de quienes desde la comodidad de sus sillones y con su refrigerador lleno, fue culpar y justificar la muerte de quienes allí perecieron y salieron en lamentable estado por su acto osado e irresponsable, mostrando con ello su total acto de indolencia y falta de humanidad y alteridad. A la fecha de escrito este artículo (10 de julio) ya van 27 muertos. Q.E.P.D. 

La población sumida de hambre y sed por el abandono del Estado y la corrupción, aunado a la cuarentena por el Covid-19, tuvo que enfrentar una desgracia de tipo dantesca. No se hicieron esperar las imágenes del corregimiento: Extensos basureros, con lo cual se re victimizó y se estigmatizó a una población que sufre del olvido y la negligencia del gobierno y la sociedad. Las imágenes daban a entender que toda la población vive entre la basura, que son sucios y antihigiénicos. Pero nada más alejado de la realidad que eso. No se pretende justificar el hurto generador de la tragedia, como tampoco negar que hay graves problemas de basuras por falta de civismo y cultura medioambiental por parte de algunos habitantes. Las basuras principalmente se acumulan en algunos sectores que colindan con la Troncal del Caribe que atraviesa a Tasajera, de ahí la mala imagen, pero ello no quiere decir que todo el corregimiento esté lleno de basuras. Las personas desafortunadamente solo se quedan con la primera impresión. Y no piensan en los seres humanos que viven allí. Desde la Institución Educativa Departamental Rural de Tasajera (INSEDERUT), se trabaja arduamente en la formación de valores de cultura medioambiental. Líderes sociales y organizaciones laboran también en ello. 

Hay carencia de servicios públicos, no hay acueducto ni alcantarillados, la electricidad no es constante y existen muchas conexiones fraudulentas, lo que pone en riesgo a muchos habitantes, las temperaturas alcanzan los 40 grados Celsius o más. La conectividad de internet no llega ni al 5 por ciento, las tasas de embarazo adolescente son elevadas y solo un porcentaje muy pequeño llega a la educación superior, entre otras tantas problemáticas que deben enfrentar. Tasajera es víctima de los manejos irresponsables que las empresas de monocultivos de palma africana y bananeras le han hecho a la Ciénaga Grande, así como del mal diseño y construcción de la carretera que prácticamente mató a la Ciénaga Grande, entre otras muchas causas. Ello les quitó su principal fuente económica: La pesca. Aun así, muchos habitantes se arriesgan en extensas y agotadoras jornadas de pesca para llevar el alimento a sus casas. Para otros más, la carretera es la única opción de llevar algo de alimento a sus hogares. 

Como ven es una población que lejos de merecer ser victimizada y estigmatizada, merece el apoyo y la solidaridad de todos. Son personas humildes, muy amables, honestas, que quieren servir y aportar a la sociedad. Seres con sentimientos y humanidad que como usted o como yo, también podemos cometer errores, pues nadie es perfecto. Lo dice un bogotano que lleva laborando en Tasajera desde hace más de dos años y que fue recibido con atención, cariño y con los brazos abiertos por una población que hoy sufre la inclemencia de la ignorancia, del abandono estatal y de la corrupción que desangra al país. 

Se requiere que los responsables comiencen a generar agentes de cambio en pos de mejorar el tejido social y la calidad de vida de estas personas. Tasajera tiene un gran potencial humano, turístico, cultural y biodiverso. No la abandonemos más, no queremos más tragedias, entre todos podemos devolverle su dignidad. ¡Tasajera es Caribe! ¡Tasajera es Colombia! #Tasajerasomostodos 

Autor: 
Lic. Henry Ardila Velásquez 
Docente Institución Educativa Departamental Rural de Tasajera INSEDERUT



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